
Diremos en primer lugar que las hadas no son seres humanos sino una clase diferente de criaturas. Las definiremos conceptualmente como seres que existen un plano diferente del humano. La existencia de esta dimensión es cuestionada en algunos ámbitos que consideran que el espacio mágico es producto de la imaginación humana. No abriremos aquí debate sobre esta cuestión.
No es posible abordar el mundo de las hadas sin considerar el concepto hechizo. En efecto, es el hechizo aquello que hace posible que un limitado mortal pueda ver un hada con todo el brillo de su esplendor. Esta situación es claramente riesgosa ya que el encanto producido por la visión suele tener consecuencias devastadoras. Especialmente porque los mortales solo pueden ver a las hadas en la forma que ellas mismas eligen ser vistas. De esta forma, el mortal queda fatalmente encandilado y comienza a creer que la visión es una suerte de alucinación, cuando en verdad está accediendo a una dimensión mágica.
Solamente unos pocos iniciados han logrado, históricamente asomarse al mundo de las hadas. No obstante del elitismo de la aventura, durante el transcurso de nuestra investigación hemos abordado la problemática de algunas personas que con sus relatos dan prueba de esta riesgosa vivencia. Los testigos hablan de luminosidades violentas y algunas otras experiencias notables.
Fuente: Wonder, A (1213), Aproximación preliminar a una introducción a la teoría mágica de las hadas, Libro I.